
“El menor que trabaja no debe ser mirado únicamente como mano de obra barata. Es el obrero y hombre del mañana y es necesario formarlo para que se desempeñe con eficacia en ambos sentidos, cuidando tanto su cultura y su moral como su actitud profesional”. Perón
Agradecemos la fuente a: José María Di
Giorno
El día 23 de abril de cada año se celebra el “Día del Aprendiz”, promulgado por Decreto Ley 8447 del año 1945.
En el año 1946 se creaba la Comisión Nacional de Aprendizaje y Orientación Profesional (CNAOP) por medio de la Ley 12.921, dando sanción y legislación definitiva a decretos de los años 1944 y 1945, impulsados por el entonces Secretario de Trabajo y Previsión coronel Juan D. Perón, en el marco de las políticas trazadas en valoración de los trabajadores y el fomento de la educación de los obreros y trabajadores que se incorporaban al creciente desarrollo de la producción nacional.
Dicho organismo, era un ente autárquico integrado por representantes del empresariado y obrero, dependiendo del Poder Ejecutivo Nacional, que tendría bajo su responsabilidad el seguimiento de los distintos centros que formaban auxiliares y expertos en las diferentes orientaciones y prácticas del hacer y constituyó un antecedente significativo de las leyes de ordenamiento de la educación técnica dentro del sistema educativo nacional
Fue designado Presidente de la CNAOP el teniente coronel D. Juan F. Castro; como vicepresidente el profesor D. José Dobarro y Director General de Aprendizaje y Orientación Profesional el profesor Armando A. Mantilaro
La Ley 12.921, en su Artículo 1° dice: “Corresponde al Estado la vigilancia, contralor y dirección de trabajo y aprendizaje de los menores de 14 a 18 años de edad”.
Tenía en sus propósitos, detallados en distintos articulados de la misma:
“Asegurar al menor la enseñanza efectiva de un oficio o trabajo previamente determinado”…“Que los trabajos que el menor realice tengan, en lo posible, una graduación al desarrollo de los procesos técnicos en la actividad u oficio que constituyan su aprendizaje y contemplen, a la vez, su edad y fuerza física”…“Que la enseñanza teórica que se imparta en los cursos sea un complemento del trabajo ejecutado, incluyéndose, a la vez, aquellos conocimientos indispensables para su formación cultural, moral y cívica” (Art. 4°).
Los cursos tenían una durabilidad de uno a tres años, según el oficio, incluyendo materias complementarias como idioma nacional, historia y geografía argentina; nociones de tecnología y estudios de legislación obrera y reglamentos del trabajo; cultura moral y cívica (Art.13 y 14).
Asimismo “si las escuelas fueren organizadas por instituciones, empresas, asociaciones o particulares, la CNAOP tendrá jurisdicción sobre las mismas”, (Art. 17°)
Por Decreto 32.412 del 17 de diciembre de 1945 se había reglamentado el régimen de salarios, descanso y vacaciones pagas, sujetos al decreto 14.358.
Foto acto Escuela de la Provincia de Entre Ríos
Con esta y otras medidas similares, se ponía en marcha un proceso de formación a las nuevas generaciones, dirigida al avance de la industrialización del país, en un proyecto de complementar y lograr la autonomía económica y tecnológica, y el reemplazo del modelo agroexportador, con el objeto de iniciar un nuevo modelo de país, desplazando la dependencia con los países productores de manufacturas.
Fueron muchos los jóvenes anónimos que lucharon y pugnaron por ella logrando, finalmente, que al aprobarse esta ley fueran reconocidos por las autoridades gobernantes.
A partir de ella se logró la organización legal del régimen de aprendizaje y el desarrollo del mismo en fábricas y talleres, se crearon institutos de orientación vocacional profesional y se facilitó el establecimiento de colonias de vacaciones para jóvenes trabajadores.
“Hace once años comenzamos desde la Secretaría de Trabajo y Previsión el estudio y la ejecución de esta nueva organización estudiantil en la República. Hasta entonces, los trabajadores no tenían otra escuela que la del dolor y el sacrificio del taller. Nosotros quisimos que el trabajo, que es la más noble y la más grande manifestación del hombre, tuviese su verdadera escuela, y creamos este régimen destinado a capacitar a nuestros hombres en ésta, la más alta dignidad que reconocemos: el trabajo”.
“Nosotros hemos pensado muchas veces desde el Gobierno en la necesidad de dar a nuestra juventud una solidaridad propia, para que esta generación forme una mística en su servicio al país y a la comunidad”.
“Por esta razón, yo pienso que la mejor milicia con que puede contar la República para asegurar su grandeza y felicidad está en formar hombres de trabajo y crear ese sistema que nosotros vamos desarrollando paulatinamente. Hoy podemos decir con satisfacción que los ochenta mil aprendices que a lo largo de toda la República están honrando las escuela-fábricas con su conducta y con su mística ciudadana, están formando los verdaderos templos donde los argentinos han de tomar la mística verdadera de las comunidades y los pueblos modernos que ansían crear con su trabajo honrado la felicidad de sus semejante su la grandeza de los pueblos que representa”.
“En otra palabras, muchachos, no queremos pensar que pueda haber un pueblo formado por héroes y por santos. Esos salen uno de cada muchos miles. En cambio, los pueblos formados por hombres comunes y normales son los que labran la grandeza o la miseria de la humanidad. Queremos ese tipo de hombre que no se avergüenza, sino que trata de superarse, que no es un hipócrita que simula lo que no es y que prefiere que lo vean descarnadamente en su miseria a tener que andar simulando una virtud que no siente ni practica”.
“Queremos hombres de carácter, hombres de empuje y hombres virtuosos, pero no hipócritas ni simuladores de la virtud”.
“Esa es la única escuela que cuenta. Todo lo demás, conversaciones y discursos, no vale lo que un día de trabajo de un aprendiz de fábrica”.
En el año 1959, ante la necesidad de unificar la conducción, programación y supervisión de la enseñanza técnica y profesional, se creó el Consejo Nacional de Educación Técnica (CONET).
En la actualidad la incorporación de nuevas generaciones de nuestro país y provenientes de países vecinos al proceso productivo y la actividad laboral cada vez más diversa, pone en valor el dictado de la Ley 12.921, verdadera conquista del gobierno del general Perón para la formación de las futuras generaciones, comprendiendo y valorando sus objetivos, el desarrollo científico del trabajo, “dándole a la educación un carácter integral, no solamente desde lo intelectual y manual, sino también espiritual, vale decir una verdadera mística en la acción que desarrollarán ustedes, que constituyen la generación que comienza ( Perón)”.
Material ilustrativo y folletos de nuestro archivo: PERON- AYER – HOY - MAÑANA
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