Arritmia: del griego, literalmente sin ritmo, carencia de un ritmo que resulta estable, común o regular y armónico. Como muchos compatriotas, nos interesamos en este término a raíz de la afección que sufriera el presidente de la Nación por la cual fue internado en olivos y como todos sabemos ya dado de alta médica. No deseamos continuar sin antes desearle a Mauricio Macri una pronta y total recuperación en su estado de salud.
Lo que nos preocupa profundamente es la arritmia económica, la falta de ritmo, la carencia de toda suerte de armonía en la economía nacional. Ausencia de un horizonte que resulte esperanzador para los bolsones más humildes y necesitados de nuestro país.
El resultado del tarifazo en los servicios esenciales: luz, gas y agua fueron un golpe muy duro al bolsillo de la gente. Realmente impagables, a punto tal que intendentes y gobernadores debieron colocarse al frente de los reclamos sociales. Un aluvión de amparos judiciales se ha presentado. Muchos fueron aceptados por jueces que dieron lugar a los angustiados pedidos de los afectados.
El mismísimo gobierno nacional comenzó a reconsiderar las tremendas tarifas y ante el peso de la REALIDAD disminuyó algunos de estos costos.
Los aumentos quedarían entre el 400 y el 500 % en los servicios en cuestión. Lo cual aún nos parece demasiado excesivo. Las eminencias académicas del Pro-Cambiemos, portadores de decenas de títulos universitarios reconocidos en el exterior, ¡SE EQUIVOCARON! O lo que sería peor, pretendieron ajustar hasta donde la gente no podía pagar. Ajustar hasta la muerte misma de las frágiles economías hogareñas.
A los señores funcionarios no les agrada que se los califiquen como un gobierno de ricos para los ricos. Pero ¿cómo entender entonces algunas de las medidas tomadas? Pasaremos a dar un caso como ejemplo: Unos días atrás Macri firmó un convenio con la célebre firma de alimentos chatarra Mc Donald´s en el marco de lo que se denomina primer empleo. Esto es brindar trabajo a personas de 18 a 23 años en un marco “especial de remuneración”. Según Marcos Peña está dirigido a “jóvenes pobres y desocupados”. Estas personas ganarían 4.500$ mensuales (bastante menos que el sueldo básico de un trabajador) Pero hay más. El gobierno subsidia 1000$ de los 4500$ de salario. Es decir, Mc Donald´s solo abonaría 3500 $. Pasándolo en limpio, el estado nacional sale en “socorro” una vez más de una empresa multinacional.
¡Las pymes, bien gracias!...
Este “acuerdo” con los mentores de la “cajita feliz” lo plasmó Mauricio Macri con el mismísimo Ronald Mc Donald´s. Un gol más anotado en favor de los poderosos del mundo.
Los cálculos dan que cada joven empleado en el “emporio” de las hamburguesas ganaría por día de trabajo el equivalente a lo que sale una “cajita feliz” ¡La felicidad debe ser sólo para Ronald!...
El segundo semestre se apersonó frio, destemplado, con desérticas esperanzas de la tan anhelada reactivación. Mientras nuestro estado subsidia a Mc Donald´s los criollos talleres no pueden pagar la luz eléctrica que consumen para producir.
Ahora, la reactivación será para el año que viene. Parece la zanahoria colocada frente al noble animal para que camine pensando que un día la va a alcanzar. Por más que el burro camine la zanahoria sigue alejada de su boca. ¿Nos tomarán de burros? ¿Llegará el tiempo de los asalariados? ¿Saldremos de esta cruda arritmia económica?
El pueblo está poniendo lo mejor de sí mismo, esperemos que el gobierno esté a la altura de la gente que en ellos confió.
Máximo Luppino.
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