Prat Gay festeja el acuerdo con los holdouts (Fondos Buitres) conviniendo millonario desembolso en los próximos días; mientras, no se inmuta, ni se le mueve un solo pelo, por el sufrimiento de nuestros abuelos que no pueden comprar remedios. Recordemos que el gobierno de Mauricio Macri quitó el subsidio a medicamentos en el PAMI de 50, 80 y hasta del 100 %, esto es claramente abandono de nuestros ancianos. Pero se alegran de “cumplir” con los usureros del mundo ¡Hay situaciones que cuesta mucho entender!
Al igual que permitir a las mineras que se lleven al exterior nuestro oro sin retenciones de exportación, mientras se ajusta hasta la asfixia económica las tarifas de nuestra gente que no sabemos si se podrán abonar. Una vez más se llevan el ORO y nos dejan espejitos de colores en forma de amarillos globos de hueca retórica entreguista.
La pobreza “0”, los remedios totalmente gratuitos para los abuelos, las eliminaciones totales del impuesto a las ganancias junto a un centenar de compromisos políticos más, se arrojaron al tacho de basura. Eran promesas de campaña electoral, sólo mentiras más mentiras, engaños para con un electorado que sanamente confió en la palabra de Macri.
Las actuales cifras de despedidos entre empleados públicos y privados escalaron hasta la escalofriante cifra de los 150.000 trabajadores, obreros de la construcción en primer término, luego estatales y en tercer lugar gastronómicos. La obra pública está prácticamente inmovilizada.
La fría rigurosidad con los pobres y necesitados sumado a la actitud tolerante, servil e indulgente para con los ricos y poderosos, nos habla claramente de un gobierno desaprensivo, falto de toda sensibilidad social, sin humanismo ni compasión.
El gobierno está dinamitando su puente de confianza inicial con amplios sectores de la clase media que lo votó. Hoy, estos sectores se encuentran acorralados por las fieras de la inflación y los ajustes brutales. Los obreros y empleados apenas subsisten.
Todo este diagnóstico lo manifestamos con mucho dolor, queremos que el gobierno tenga éxito, ya que así la gente podrá vivir mejor y mirar al futuro con FE y esperanza concreta.
Aún Mauricio Macri está a tiempo de girar su punto de vista, mirar un poco a los asalariados, a los humildes, a los que necesitan de un estado solidario, sobre todo niños y abuelos. Primero la patria con su gente, el pueblo todo, luego los demás compromisos.
Claro, esto implica dejar de actuar como un virreinato de los poderosos y pensar con un corazón popular y ARGENTINO.
Máximo Luppino
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